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Biblia para niños



101 - Presentación


102 - La Creación Del Mundo


103 - La Primera Pareja- Adán Y Eva


104 - El Hermano Envidioso


105 - El Arca De Noé


106 - El Diluvio Universal


107 - La Torre De Babel


108 - Sacrificio De Isaac


109 - Vendido Como Esclavo


110 - José En Egipto


111 - Los Sueños De Faraón


112 - José Encuentra A Sus Hermanos


113 - El Pequeño Moisés


114 - Esclavos En Tierra Egipcia


115 - Las Plagas De Egipto


116 - El Paso Del Mar Rojo


117 - El Misterioso Man


118 - Las Tablas De La Ley


119 - El Becerro De Oro


120 - El Arca De La Alianza


121 - La Conquista De Jericó³


122 - La Fuerza De Sansón


123- Sansón Y Dalila


124 - El Gigante Goliat


125 - El Sabio Salomón


126 - El Juicio De Salomón


127 - El Fabuloso Viaje De La Reina De Saba


128 - El Profeta Elías


129 - El Carro De Fuego


130 - La Paciencia De Job


131 - Jonás Y La Ballena


132 - U Matrimonio Muy Anciano


201 - La Anunciación A Marí­a


202- El Censo En Israel


203 - El Nacimiento De Jesús


204 - Adoración De Los Pastores


205 - Los Tres Reyes Magos


206 - La Huí­da A Egipto


207 - El Feliz Encuentro


208 - El Bautismo De Jesús


209 - Tentaciones De Jesús


210 - La Pesca Milagrosa


211 - Los 12 Apóstoles


212 - La Venganza De


213Las Bodas De Caán


214 - La Multiplicación De Los Panes Y Los Peces


215 - Jesús Camina Sobre Las Aguas


216 - La Transfiguración


217 - Jesús Cuenta Parábolas


218 - Jesús Y Los Niños


219 - La Resurrección De Lázaro


220 - La Entrada Triunfal


221 - El Enfado De Jesús


222 - La Última Cena


223 - La Santa Cena


224 - La Oración Del Huerto


225 - Jesús Ante Caifás


226 - Pilato, Gobernador Romano


227 - Camino Del Calvario


228 - La Crucifixión


229 - Muerte De Jesús


230 - La Resurección Del Señor


231 - Apariciones De


232- La Ascención A Los Cielos


233 - El Espírtu Santo






Escucha Música Infantile Cristiana

=ESCUCHA MUSICA CRISTIANA






DIVIERTETE CANTANDO



Si no escuchas preciona en el diplay





















franelógrafo



algunas histórias para que puedas usar el franelógrafo
de la iglesia bautista de chile.

Anuncio de Jesús

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Lámina2


Jesús en el pesebre

Lámina1
Lámina2
Lámina3

Jesús en el templo

Lámina1
Lámina2
Lámina3

Jesús viaja a Egipto

Lámina1
Lámina2
 Lámina3


















Recortables de Nacimiento

Esta página me gusta mucho tiene algunos
recortables de nacimiento
Ejemplo







MATERIAL DIDACTICO






Cantos



Una pagina muy buena de cantos hermosos en mp3
para la iglesia y ocasiones especiales puedes bajarlo a tu pc.

A correr, a correr a ver a Cristo
A la escuela dominical iré
A los niños de este mundo
Aunque no ande en la infantería
Con pluma de oro
Cuidado tus ojitos al mirar
El domingo tengo gozo
El Mar Rojo lo cruzaron
Esta lucesita
He decidido seguir a Cristo
Jehová es mi pastor
Jonás no le hizo caso
La B-I-B-L-I-A (En versión)
Lee tu Biblia y ora cada día
Me lavo mis manitas
No vengo del mono
Sansón
Tic tic tic
Ven, yo te contaré la historia de Jonás
Zaqueo



Características de los niños

Características de los niños
(Original de La Unión Bíblica)



Edad: 3 a 6 años

- Poca concentración
- Depende de los mayores
- Pequeñez física
- Aprende por medio de los sentidos
- Acitvo
- Tiene temores
- Juega solo
- Cree todo
- Falta de coordinación física
- Egocéntrico
- Cambios emocionales
- No distingue entre la fantasía y la realidad
- El centro de su vida es su hogar
- Imita todo
- Vocabulario y comprensión limitados
- Quiere agradar
- Literalista
- Ningún sentido del tiempo
- Hace preguntas

Edad: 7 a 10 años

- Curiosidad
- Quiere aprender
- Mayor conocimiento de sí mismo
- Todavía literalista en el uso del lenguaje
- Más independiente
- Interés en una variedad de cosas
- Desarrollo del sentido moral
- Aventurero
- Fuerte sentido de justicia
- Desarrollo de la capacidad de racionalizar
- Activo y enérgico
- Comienzo del espíritu de pandilla
- Le gusta construir cosas
- Tiene héroes

Edad 10 a 13 años

- Autocrítica
- Idealismo a ratos
- Maduración física
- Empieza a comprender las ideas abstractas
- Sensibilidad a la crítica
- Escucha otras opiniones
- Aumento de la curiosidad sexual
- Influencia de la pandilla
- Desarrollo de opiniones y de actitudes
- Hostilidad ante la autoridad
- Aprende de maneras más sofisticadas
- Influencia de la moda juvenil, música, etc.
- Doble criterio
- Pensamiento crítico
- Cambios de humor

Mayor de 13 años

- Experimenta
- Consciencia de la moda
- Desarrollo de su “filosofía” de la vida
- Sensible acerca de las relaciones
- Interés más sofisticado en la música
- Influenciado por los amigos
- La cumbre de su físico
- Emociones extremas
- Busca pareja
- Independiente
- Sincero
- Conciencia del trabajo/la carrera
- Materialismo contra “ideales superiores”
- Intereses en cuestiones sociales más amplias
- Aumento de responsabilidad
- Critica a los mayores


¿Qué se puede hacer para que memoricen un versículo?
(Raquel Díaz)

Como con cualquier cosa que se hace en la clase, se debe coordinar la forma en que enseñamos el versículo con el resto de la lección. Es por esta razón que debemos evaluar la motivación detrás de esa memorización ¿Lo hacemos sólo para que puedan repetirlo o queremos que lo entiendan?

Papel de cera: Antes del domingo, cubra hojas de papel blanco de 21 x 29 cms con papel de cera. Escriba apretando con fuerza con un lápiz afilado el versículo que va a enseñar. Cuando haya expuesto la lección, dele uno a cada alumno. Deja que los niños pinten sobre él con pintura temple. Si se ha hecho bien, la pintura no se adherirá a la cera del papel. El versículo aparecerá como por arte de magia.

Pizarra: Escribe el versículo al revés en la pizarra y que los niños lo trate de leer correctamente.

Borrando: Escribirlo todo en la pizarra e ir borrando palabra a palabra haciendo que los niños lo repitan íntegro. Al final habrás borrado todo y ellos podrán repetirlo de memoria

Despiece: Escribe en tiras que se puedan adherir al franelógrafo cada una de las palabras del versículo – una por tira - , mézclalas y haz que los niños lo organicen correctamente sobre el franelógrafo

Traducciones: Averigua en que traducción prefieren los niños aprender el versículo. Usa ese.

Código secreto: durante la semana manda una carta a cada alumno con un mensaje secreto. Dale la clave para descifrarlo y pídeles que averigüen cuál es el mensaje. Será, claro está, el versículo de la semana.

Aplicación práctica: Explica de una forma comprensible cómo poner en práctica el versículo y pídeles que la semana siguiente informen de cómo lo hicieron.

Tablón de anuncios: Decóralo de manera que los niños tengan que descubrir cuál es el versículo (con dibujos, recortes, etc...)

Versículo del mes: Si a tus niños les resulta muy difícil aprender el versículo cada semana, elige uno para le mes que vaya con los temas. Es preferible así, que no tener nada.

Marionetas: Usa una marioneta para enseñarlo

Competición: Realice una entre chicos y chicas para revisar los versículos de la última quincena.

Anuncios por palabras: Escribe con un rotulador negro o una tiza de color llamativo sobre las páginas de anuncios por palabras de tu periódico local.

Fotos: Busca fotos que combinen con varios versículos que hayas escogido. Haz que los niños emparejen cada foto con el versículo correspondiente.

Grabador: Antes de empezar la clase, graba el versículo. Deja que los niños lo escuchen a su propio nivel de velocidad. Puedes incluir algunas explicaciones sobre lo que significa.

Voz misteriosa: Usando un grabador, pero con una voz desdibujada de alguien que conocen los niños y hágales que adivinen quién está diciendo el versículo (alguien que ellos conocen: pastor, diácono, etc...) Dales una pista.

Palabras claves: Busca con los niños las palabras claves de un versículo en el diccionario o en una concordancia bíblica.

Móvil: Haz un móvil usando varias de las palabras de un versículo. Cuélgalo y deja que los niños lo digan.

Diapositivas: Compra diapositivas en blanco que se puedan escribir. Rellénalos con el versículo y proyéctalo, haciendo que lo aprendan los niños.

Búsqueda: Antes de que lleguen los niños esconde la habitación tiras con las palabras del versículo. Haz que los niños las busquen y lo formen. Si necesitan ayuda, deja que lo lean en la Biblia.

Cubo geométrico: pon las distintas partes del versículo en las caras de un cubo, deja que los niños lo aprendan jugando.

Persiana: Consigue una persiana vieja y escribe en renglones el versículo. Según aprenden una parte baja un paso más la persiana.

Pared: Pon palabras del versículo en la pared. Coloca un niño delante de cada y haz que vayan leyéndolo en su orden.

Dibujo: haz que los niños representen gráficamente una forma de aplicar o explicar el versículo a su nivel.

Paráfrasis: Después de que hayas enseñado el versículo, haz que los niños lo escriban en sus propias palabras.

Mezcla: Escribe el versículo en la pizarra o ponlo sobre el franelógrafo de modo que algunas palabra las hayas sustituido por fotos o dibujos de cosas. Haz que lo lean y aprendan.

Anillito: Haz que los niños se pasen una cosa de uno a otro en un círculo. Cuando alguien dice ALTO, el que lo tiene debe repetir el versículo de memoria. Si no lo hace, tendrá que sentarse y no participar más en el juego.

Sigue la línea: Dibuja en la pizarra en forma desordenada el versículo. Cada palabra ha de ir unida a la anterior en orden y señalando la que se corresponden con la primera del versículo. Los niños deben descubrirlo siguiendo el “hilo”. Puede hacerse igual sobre un franelógrafo y atando cada palabra por un hilo o cable.

Canción: Pon música a las palabras del versículo y enséñalo

Rellena los espacios vacíos: escribe el versículo dejando espacios en blanco. Haz que los niños las descubran.

Teléfono: Pon a los niños en círculo. Di al que está a tu lado el versículo y así se lo trasmitan de uno a otro. Haz que al final el último diga lo que ha oído y lo mismo el primero.

Biblia: Haz que los niños busquen el versículo en sus Biblias.

Cinta de calculadoras: Sujeta una larga tira de papel de calculadora sobre la pared de tu clase. Llama a distintos niños para que escriban una palabra del versículo en la tira.

Los de rojo: Haz que lo reciten los niños que llevan un cierto color en sus ropas, luego otros de otro, etc.

Rompecabezas: Escribe el versículo en una hoja de papel. Córtala en diversos tamaños y haz que un niño a la vez lo mote (puedes hacer uno para cada niño).

Al unísono: Lee con la clase en alta voz el versículo.

Antofonía: Si el versículo es muy grande, haz que los niños lean una parte y las niñas la siguiente.

Palabras claves: Cuando quieras hacer un repaso, puedes poner en una tira de papel las palabras claves de uno de los versículos que hayáis estudiado, haz que lo repitan de memoria.

Sobres: Escribe lo versículos que quieres repasar en una hoja de papel cada uno, córtalos con un rompecabezas y mete cada uno en un sobre. Da uno a cada niño y haz que lo complete. Cuando hayan terminado que pongan su nombre en el sobre como señal de que lo han hecho.

Papiros: Escribe el versículo corrido sin separación entre palabras o letras. Ej. NOROBARASNIMATARAS.

Morse: Pon en un tablón una copia del código internacional o en un trozo de cartulina. Escribe el versículo en Morse y que lo descifren.

Aprovechando el tiempo: Mientras los niños están ocupados con otro trabajo (manualidades, etc.), di una parte del versículo y que ellos te respondan.

Rollo: Haz un rollo antiguo. Escribe uno o varios versículos en él.

Palabras revueltas: Revuelve las palabras del versículo y haz que los niños lo corrijan.

Búsqueda de dibujos: coloca en la pared alrededor de la habitación fotos, cuadros o dibujos que ilustren los versículos. Pon los versículos en papel expuestos, que los niños emparejen uno con otro.

Dramatización: Muchos versículos pueden representarse. Hazlo o bien un ejemplo práctico del mismo como en “no robarás” – una escena de un ladrón atrapado, etc.

Emparejamiento: Empareja referencias con palabras. Haz que miren las referencias y que tracen una línea a la palabra que le corresponde.

1 Juan 2:17
Lluvia
Levítico 26:4
Robar
Salmo 32:7
Permanece
Éxodo 20:5
Refugio

Librito: Haz uno con el versículo favorito de un trimestre. Elige tres o así e ilústralos con algunos dibujos. Dalo como un regalo.

Preguntas: Haz que lo sniños respondan preguntas con versículo. Ejemplo ¿Cuál debe ser la actitud de un cristiano frente a algo que pertenece a otro? Éxodo 20:15

Errores: di a propósito un versículo mal. Deja que los niños te corrijan.






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LA CONVENSIÓN DE LOS NIÑOS


Andrew Bonar

Hay un error práctico muy común entre los creyentes. Todos profesan creer que el Espíritu Santo puede convertir las almas a cualquier edad, y que nunca es muy temprano para que la conversión ocurra; pero aún así, no buscan la conversión de los niños con el mismo ánimo de fe que manifiestan al pedir y esperar que el Espíritu Santo transforme a aquellos de edad madura. Los mismos creyentes de corazón fervoroso que se esfuerzan por las almas de personas adultas, y que no se satisfacen con otra cosa que no sea la salvación sin dilación, no sienten lo mismo ni se esfuerzan de la misma manera por los más jóvenes. Los tales se sienten complacidos con que los jovencitos presten atención a la verdad y con que no presenten oposición a mantener lo que aprenden en sus pensamientos. Ellos no demandan la inmediata aceptación de Cristo en los niños, como lo hacen con las personas adultas. Regresarían a sus casas frustrados, tristes e insatisfechos, si noche tras noche las almas no fueran despertadas y salvadas, aunque prestaran atención e interés; sin embargo, en el caso de los niños, se dan el lujo de esperar. Pueden irse de la escuela dominical o del devocional familiar sin alarmarse o sin ansiedad, aunque no hayan síntomas de verdadero avivamiento o aunque esas jóvenes almas no hayan encontrado a su Salvador.
Una razón para la diferencia que se hace en el caso de los más jóvenes es, con muchos, el mal entendido de algunos textos de la Escritura; por lo menos, eso es lo que nosotros vehementemente nos inclinamos a creer. 1. Una persona cita Proverbios 22:6: “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.” La persona que utiliza este texto probablemente lo aplica de esta forma: ‘sólo enséñele el plan de salvación al niño, y demuéstrele los caminos felices de la sabiduría, y aunque en la niñez no se convierta, sin embargo cuando sea mayor, no cabe duda de que escogerá el camino que tú le enseñaste.’¿Pero es esto cierto? ¿Es éste el verdadero sentido del texto? ¡Está lejos de la verdad! El Espíritu Santo quiere enseñarnos otra lección a través de esas palabras; esto es, ‘Asegúrese de establecer al niño en el camino, mientras todavía es niño, y sólo entonces no tendrá que preocuparse de su perseverancia.’ Esto es, inicie al niño en su camino (ver el hebreo), o al principio del camino. Introduzca la verdad en su alma mientras es niño y descanse seguro de que él se mantendrá como ha comenzado. Es un texto de gran bendición para exhortarnos a buscar la presente e inmediata conversión de los niños.
2. Otra persona usa una figura, y suaviza su conciencia con la falta de éxito en su clase o en su familia, diciendo: ‘Bueno, de todos modos estoy llenando las tinajas con agua’ (Juan 2:7), de manera que habrá más vino en días futuros, cuando el agua sea convertida en vino por el poder milagroso del Señor, en el momento de la conversión.’ Ahora bien, ésta es solo una aplicación figurativa del texto y no un argumento en lo absoluto. Pero, aún usando su propia figura, ¿cómo es que no esperan una transformación inmediata del agua en vino? ¿Qué es lo que hay en el pasaje que garantice la espera hasta un futuro distante? ¿No fue cambiada el agua en vino en sólo una hora? Por cierto, todo parece indicar que la transformación ocurrió mientras llenaba las vasijas. 3. Una tercera persona tiene mucho que decir, de una forma doctrinal, acerca del texto en Filipenses 1:6: “El que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará...”, aplicando este pasaje a los sentimientos, impresiones e intereses despertados entre los jóvenes en el curso de la enseñanza semanal. No hay conversión en tales cosas; pero luego se argumenta diciendo: ‘Hay un verdadero interés, hay una impresión hecha, de manera que la buena obra ya comenzó, y si ha comenzado, continuará. Nosotros contestamos: aquí hay un serio problema, porque ‘el que haya comenzado la buena obra’ significa que se ha llevado a cabo una conversión; la conversión es la buena obra que inicia la vida cristiana. Lea el contexto, y vea esto más allá de cualquier duda o disputa. El apóstol dice: ‘Aquél que te ha convertido, colocándote sobre Cristo, el fundamento, no te abandonará, sino que te edificará hasta la culminación en el día que regrese Cristo.’ Así que este texto es un argumento a favor de no contentarnos con una mera impresión, interés esperanzador o convicción. Tenemos que ver una obra de conversión. Tenemos que ver una obra de salvación, tenemos que ver la vida cristiana comenzar realmente. Y esto se aplica tanto al caso de lo adultos como de los jóvenes.
Aparte y además de todo esto, existe un sentimiento secreto en muchos cristianos, de que no es tan importante ni un servicio tan grande ser un instrumento para la conversión de los niños, como lo es el ser un instrumento para la conversión de los adultos. No tienen ninguna prueba escritural para este punto de vista, porque ‘convertir a un pecador’significa cualquier pecador, sea joven o adulto; y ‘volver a muchos a la justicia’ incluye a jóvenes o viejos; y ‘el ganar almas’ no nos limita a ninguna edad. Pero sin embargo, tales personas sienten, sin expresar con palabras sus sentimientos, que es más evidente y palpable ganar un alma adulta e inteligente que ganar a su niño para Cristo. Ahora, esta íntima persuasión (que se revela en la práctica), puede surgir del pensamiento de que estos adultos son de valor al presente para la sociedad, de manera que su conversión afectará de inmediato la misma; mientras que la conversión de los jóvenes al presente no se hace sentir más allá de la esfera familiar y de unos cuantos amigos. Pero, por otro lado, ellos olvidan que las almas jóvenes, traídas a Cristo en la infancia, ejercerán una influencia año tras año, a lo largo de una vida, en todas las diferentes etapas de su crecimiento; y a la larga, al alcanzar la madurez, podrán por la gracia de Dios afectar poderosamente para bien su círculo social—esto sin tomar en cuenta los males de los que escaparán y el daño que nunca llegarán a realizar. No obstante, en la raíz de esta subestimación de la conversión temprana, hay un error más serio todavía. En realidad, mucha gente piadosa mira la conversión de los niños como algo de lo cual dudar. Difícilmente crean que la conversión de los niños sea tan profunda y genuina como la de los adultos. Ellos admiten que toda conversión es por igual la obra del Espíritu Santo, y que Él convierte tanto niños como adultos según le place. Sin embargo, con todo y esto, ignoran habitualmente la aparente conversión de los niños; tienen la teoría de que los niños imitan a los adultos, y que estas apariencias deben de ser catalogadas solamente como una imitación. Para tratar con estas personas decimos lo siguiente:
(a) Si la palabra de Dios es nuestra regla, de seguro que deben de haber casos de verdadera conversión entre los niños; ciertamente, el Salmo 8:2 está escrito para todas las edades, y nuestro Señor ha comentado acerca del mismo en Mateo 21:16: “¿Nunca leísteis: De la boca de los niños y de los que maman perfeccionaste la alabanza?” Si tanto adultos como niños son llamados por igual a alabar al Señor (Sal. 148:12), esto seguramente implica que ambos son capaces de recibir la gracia salvadora. De hecho, el suponer por un momento que este asunto fuera de otro modo, sería afirmar que el evangelio no es adecuado para el alma de los jóvenes.
(b) El evangelio es peculiarmente adecuado [divinamente apropiado, podemos decir] para ser utilizado en la conversión de los niños. El mismo Espíritu Santo en todos los casos usa el evangelio para salvar las almas; pero, al aplicarlo a los niños, Él ilustra muy notoriamente dos de sus características: su completa libertad (porque, ¿qué puede un niño darle a Dios?) y su asombrosa sencillez, la cual es muy humillante para el orgullo del hombre de justicia personal. “Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños” (Lucas 10:21, y al Jesús decir esto “se regocijó en el Espíritu”). “El que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él” (Lucas 18:17). Los niños o bebés a quienes Cristo bendijo no hicieron nada sino sólo esto: ¡dejaron que Él los levantara en sus brazos sin ofrecer resistencia, y recibieron lo que les dio sin devolver recompensa alguna! (c) El atrayente amor de la cruz de Cristo (mirando el asunto por un momento desde el punto de vista del hombre) apela, por cierto, tan presta y adecuadamente a los corazones de los niños como a los de los adultos. ¿No es de un corazón joven que nosotros deberíamos esperar que tal bondad y amor encontraran entrada, aún si las almas adultas no fuesen conmovidas por los mismos?
(d) La doctrina de la sustitución de Cristo por los pecadores, “el justo por los injustos”, “el pastor por las ovejas”, es el corazón y la verdadera esencia del evangelio. ¿No es ésta la gran verdad, entre todas, que encuentra acogida en el entendimiento de cualquier niño?
Ahora no estamos hablando del corazón o de la conciencia, sino del entendimiento. Aún a un niño se le puede hacer comprender el significado de sustitución—el UNO por los muchos. Por lo tanto, ésta es la gran verdad que siempre debemos de poner hasta en el alma más joven. Les decimos: “Ustedes son pecadores expuestos a la ira y maldición de Dios, y no pueden salvarse a sí mismos; pero el Hijo de Dios puede salvarles, cargando Él mismo esa ira y maldición.” De esta forma el Espíritu produce fe en el alma de un niño; y, una vez recibida, ¿no es esta verdad la que trae los mismos efectos sobre los jóvenes que sobre los adultos? ¿No es el texto de Juan 1:12 tan cierto en el caso de un niño como en el de un adulto inteligente: “A todos los que le recibieron, les dio la potestad de ser hechos hijos de Dios”? En relación con el deber de aceptar a Cristo, debemos tratar con los niños tan cercana y seriamente como con la gente mayor. La diferencia es considerable, no cabe duda, en el método que tomamos con los jóvenes que con los adultos. En el caso de los primeros, nosotros no tenemos dificultades metafísicas con las cuales lidiar. Sin embargo, en ambos casos encontramos la misma necesidad de ser como Natán en su parábola; necesitamos mirar cara a cara tanto al viejo como al niño y decirle: “Tú eres esa persona”. ¿Vas a aceptar al Salvador que ha salvado a tantos tomando el pecado de ellos sobre sí mismo y sufriendo el castigo merecido por ellos? Se necesita un trato personal; tratar con cada uno individualmente.
En la primera parte del siglo XIX había asociaciones de Escuela Dominical en Edimburgo y otros lugares, que consistían de hombres con un corazón cálido y que se deleitaban en mostrar el Evangelio a otros. Éstos dirigían sus principales esfuerzos a la conversión de niños. Hemos escuchado a algunos de estos cristianos del pasado contar cómo nunca dejaban pasar una clase sin extraer el evangelio de la lección del día, tratando de llegar a sus corazones con ilustraciones apropiadas. No se contentaban con despacharlos a orar; los enviaban a Cristo en ese mismo instante. El resultado fue que muchos fueron guiados a Cristo a una temprana edad en las Escuelas Dominicales. Hemos oído de casos asombrosos que ocurrieron, tales como el caso de una conversión indudable de un niño de cuatro años de edad. Pero preguntamos una vez más: ¿por qué en nuestros días muchos ven con suspicacia los casos de conversión a una temprana edad?
1. Una razón parece ser el que sospechan que cada manifestación de deleite y amor hacia Cristo en estos niños es un asunto de sentimientos y no de fe. Si esto fuera así, ellos tendrían buenas bases para su escepticismo. Pero nosotros aseveramos que la evidencia prueba lo contrario; porque estos niños presentan una evidencia total de fe en el Señor Jesús, y nos quejamos de que aquellos que lo dudan no se han esforzado lo suficiente para indagar la verdad. Obtienen su información de segunda mano. Ellos no van y se familiarizan con los casos de manera personal. 2. Otra alegada razón para sus dudas es que estos niños no manifiestan santidad de la misma forma en que lo hacen los adultos. Bueno, eso es cierto; pero el juego de los niños y la jovialidad natural de los niños, no debe interponerse ante nuestra creencia de una verdadera conversión en sus vidas, más de lo que produciría el ver el gran afán y ansiedad de los adultos por sus negocios. Los niños con conciencia en el aprendizaje, que son justos en los juegos y controlados en su temperamento, pueden ser una buena prueba de que la santificación ha comenzado, así como en el adulto lo es su integridad y firme adherencia a los principios en asuntos de negocios. Es muy cierto que en el caso de un niño podamos más fácilmente confundir sentimientos por fe, más que en el caso de un adulto; pero esto sólo requiere de una atención paciente y mucha cautela de parte nuestra; estas cosas no desacreditan la realidad de la fe en el caso de aquellos que la manifiestan, ni las evidencias de fe de aquellos que tenemos la oportunidad de conocer.
¿No debemos pedir, entonces, a la iglesia de Cristo, que albergue expectativas con respecto a la conversión de los niños, mucho mayor de la que ha mostrado en el pasado? ¿No hemos caído en la costumbre de enseñar en nuestras Escuelas Dominicales y en nuestras familias cuán grande y gloriosa salvación se nos ha provisto, y qué precioso y poderoso Salvador tenemos, sin urgirlos lo suficiente para que hagan de todo esto algo suyo también? Hemos tratado con los adultos y ancianos con mucho fervor, sin aceptar excusas e insistiendo en una inmediata aceptación de Cristo, pero no hemos querido tratar igual con los más niños que ya pueden entender. Si el Señor trabaja mediante instrumentos adecuados, entonces procuremos ver que estamos tomando el camino correcto para traer bendición a los más jóvenes. Como regla, el Señor no convierte almas con la ausencia de medios, ni sin la utilización de instrumentos apropiados y correctos. En tierras paganas, las almas perecen porque nadie les enseña a los pecadores el camino de la vida. En nuestros propios vecindarios, hombres y mujeres morirán sin convertirse, si nadie acude a ellos buscando ganar sus almas. Así también en nuestras escuelas dominicales y en nuestras familias, los niños crecen sin convertirse porque no se trata con ellos de una forma más personal. ¿No estamos dejando perecer las almas de los pequeños, al no levantarnos nosotros mismos a participar en este modo personal de aplicar la verdad? Señor, afila nuestra hoz cuando vayamos a recoger tu cosecha entre los niños; porque hemos oído a nuestro Señor decir: “¿Nunca leísteis: De la boca de los niños y de los que maman perfeccionaste la alabanza?” (Mat. 21:16)
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Ideas para decorar los salones de clase.

Esta página me encanta, nos enseña algunas formas de decoración para nuestros salones de clases y son precioso.
Con nuestra imaginación y un poco de mañana y algunas telas como fieltros etc.… y porque no alguna ayudita podríamos crear lindas cosas para nuestro salón de clases, o comprar.
Aquí un ejemplo



























La Historia Del Libro Sin Palabras

COMO HACEMOS EL LIBRO SIN PALABRAS?


Corte un pedazo de papel grueso de color negro, rojo, blanco, oro y verde de igual tamaño.

Doble cada pedazo en dos.

Coloque el color verde para ser el forro del libro.

Coloque los demás colores en el orden mencionado y péguelos con goma.

También puedes usar pañulos unidos entre si, corta un cuadrito del mismo tamaño y puedes guardarlo en un bosillo de tu pantalón y ir sacandolo conforme vas explicandolo.

Este último método es muy bueno para campañas, curtos especiales de niños etc.

Explicación de como usar el Libro sin Palabras



Educación Cristiana

20 ACTIVIDADES EDUCATIVAS PARA NIÑAS Y NIÑOS
20 Elementos para la Exitosa Educación Cristiana en el Hogar
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Ideas de Entrenamiento para Lideres con Experiencia
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Introducción: JESUCRISTO EL MAESTRO
LA EDUCACION EN LA IGLESIA (Manual de Trabajo)
La Educación en la Iglesia este es un articulo diferente
LA ENSEÑANZA: ¿SERÁ PARA LA IGLESIA DE HOY?
La escuela dominical
La escuela dominical de hoy
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La realidad de las reuniones del personal
Las Características De Cristo Como Maestro
Manual del Maestro
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MOTIVACIÓN Y PERSEVERANCIA
PASOS EN LA PREPARACION DE LA CLASE
Pero que me falta?
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¿Qué se puede hacer para que memoricen un versículo?
Receta para escribir una clase
reclutando y entrenando maestros
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UN PLAN DE ESTUDIO
Un relato de dos iglesias: El caso para despertar al gigante dormido
FUNDAMENTOS DE LA EDUCACIÓN BÍBLICA CRISTIANA
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UN NENE LE DICE A SU PAPÁ:
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PAPÁ RAYE TU AUTO CON UN CLAVO.... EL PADRE FURIOSO LO GOLPEA TAN FUERTE QUE LO DEJÓ INCONSCIENTE; EL PADRE ARREPENTIDO LLORANDO LE DICE: DESPIERTA HIJITO DESPIERTA.. PERO ERA MUY TARDE,SU CORAZONCITO YA NO LATIA.. CUANDO MIRÓ ...SU AUTO NOTÓ QUE LAS RAYAS DECÍAN:... AUNQUE TE HAYAS OLVIDADO DE MI CUMPLEAÑOS , YO TE AMO MUCHO PAPÁ...

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